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Prótesis de cadera: La intervención del siglo

La intervención del siglo es como nombró The Lancet, una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, a la cirugía de prótesis de cadera. Antes de los años 50, el paciente que desarrollaba una artrosis de cadera tenia muy pocas opciones terapéuticas: disminuir las actividades cotidianas y tomar analgésicos indefinidamente, de manera que su calidad de vida disminuía drásticamente. En la década de los años 50, John Charnley introdujo y popularizó el uso de la prótesis total de cadera cementada en la Cirugía Ortopédica y Traumatología. Este echo, revolucionó el tratamiento de los pacientes que presentaban artrosis de cadera, ya que, con la cirugía de colocación de una prótesis de cadera, la calidad de vida de estos pacientes mejoró tanto a corto como a largo plazo.

En los últimos años, se han producido cambios muy importantes en este tipo de cirugía, debido tanto a la evolución de las prótesis de cadera (diseño, material de fabricación, par de fricción…) como a la introducción de diversos accesos quirúrgicos para  producir el mínimo daño en las partes blandas. A pesar de estos avances, la esencia de la cirugía de prótesis de cadera ha sido siempre la misma, mejorar al máximo la calidad de vida de los pacientes.

INDICACIONES DE UNA PRÓTESIS DE CADERA

Las dos indicaciones principales para colocar una prótesis de cadera son el dolor y la discapacidad funcional que sufre el paciente. Después de la intervención, no solo desaparece el dolor, sino que el paciente puede recuperar la movilidad normal de la cadera afectada y volver a realizar sus actividades cotidianas de una manera satisfactoria.

Los pacientes con una prótesis de cadera recuperan la movilidad normal de la cadera, la calidad de vida y pueden realizar actividades físicas exigentes.

Actualmente, tanto los pacientes jóvenes, como los pacientes ancianos que presentan artrosis o alguna otra enfermedad degenerativa de la cadera (necrosis o fractura de la cabeza femoral, displasia de la cadera…) se benefician de esta cirugía, recuperando tanto la calidad de vida, como la esperanza de poder realizar actividades físicas exigentes (nadar, ir en bicicleta,…).

¿EN QUÉ CONSISTE LA CIRUGÍA DE PRÓTESIS DE CADERA?

La operación de prótesis de cadera consiste en la substitución de la articulación afectada por un implante mecánico, la prótesis.

Hay muchos tipos de prótesis, pero de manera genérica podemos decir que una prótesis total de cadera consta de tres elementos básicos; un implante para la parte del fémur (vástago), un implante para la parte de la pelvis o acetábulo (cotilo), y un implante entre el vástago y el cotilo (cabeza).

Tanto el vástago como el cotilo están fijados al hueso, y esta fijación será la responsable que una prótesis de cadera dure más o menos tiempo. En función de la fijación del vástago o cotilo al hueso, las prótesis se clasifican en cementadas o no cementadas.

Otra parte importante de la prótesis es el par de fricción (componentes que están en contacto durante el movimiento), que se clasifica según el material: metal-polietileno, cerámica-polietileno, cerámica-cerámica, oxinium-polietileno, metal-metal,… Actualmente, la prótesis total de cadera más utilizada, según el Registro de Artroplastias de Cataluña (RACat), es la no cementada con par de fricción metal-polietileno.

La experiencia del cirujano es fundamental para escoger la mejor prótesis para cada paciente.

La elección del tipo de prótesis y par de fricción dependerá de diferentes factores como la edad, antecedentes médicos del paciente…. Pero, de  todas formas, la experiencia del cirujano es fundamental para escoger la más indicada para cada paciente en este tipo de intervención.